Presa del Llano. Villa del Carbón,Méx.
- Manuel Uribe
- 3 mar 2017
- 2 Min. de lectura

En esta aventura, me fui a Presa del Llano en el Municipio de Villa del Carbón, Estado de México, sin duda, se trata de una de mis presas favoritas, tanto por la cercanía a la Ciudad de México, como la belleza del lugar en sí, llegar justo minutos antes del amanecer o acampar en este sitio, es esencial para conocer la belleza y la magia de la presa, se trata de un parque ecoturístico rodeado de montañas y bosques, en él, cuenta con algunas cabañas las cuales tienen algunas comodidades y ademas son ecológicas; los alrededores de la presa son excelentes para una buena caminata o hasta poder practicar bicicleta de montaña, también, cuenta con embarcaciones chicas de remos, para poder navegar la presa; en el parque es fácil encontrar ramas y troncos secos caídos, los cuales puedes recolectar o bien comprar un poco de leña para hacer una fogata y calentar té así como calentarte. Ademas del pago por la entrada al parque todas las actividades tienen un costo extra pero son accesibles.

Como ya se están haciendo costumbre mis salidas entre semana y solo, este viaje no fue la excepción y como siempre, el lugar fue para mi solo (la gran ventaja de hacer esto entre semana). Realmente no es que me moleste la gente sino que uno puede relajarse más.

Fue un buen pretexto para sacudir mi equipo de pesca y retomar un poco de práctica; aunque que la pesca es una actividad que disfruto mucho y es bastante apta para relajar la mente y apreciar la naturaleza; la pesca es una actividad que se debe realizar con responsabilidad y conciencia, asegúrate de siempre preguntar si está permitida la pesca, investigar la temporada de veda (temporada que no es posible pescar), nunca dejar nada de basura en ningún sitio, respetar el entorno, no practicar la tala, pesca solo lo que vas a comer, nunca pescar nada que esté protegido o prohibido, no arrojar nada a la presa, apagar perfectamente las fogatas, no hacer mucho ruido y de ser posible, recoger la basura de otros que "descuidadamente" dejaron en el lugar; todo esto habla de un buen viajero.

Aunque uno no siempre tiene la suerte de pescar cuando uno va "de pesca", el solo hecho de estar en el lugar es el gran premio, poder ver el amanecer desde otro sitio, sentir el frío que acompaña a la neblina cuando baja a la presa, escuchar a los Pinos y Ocotes tronar por el cambio de temperatura, oír a las aves o ver saltar a la trucha lejos de donde se encuentra tu linea, es lo que hace a cualquier viaje diferente y es, el motivo de mi pasión por pisar nuevos lugares.
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