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Primer Buceo en Aguas Abiertas; Veracruz, México.

  • Manuel Uribe
  • 15 ago 2017
  • 3 Min. de lectura

Pto. de Veracruz.

Tenía tiempo que no visitaba el hermoso Pto. de Veracruz, a solo 5 horas de la Ciudad de México.

Llegamos de noche, pero la vida nocturna comenzaba, con Sones Jarochos escuchandose en varios puntos del Centro, así como música con Marimba que representaban al estado en todo su esplendor. No habíamos comido nada en el camino y los 4 veníamos con un apetito enorme, nuestros amigos de Liquido Azul, nos habían recomendado un café por a la catedral, así que no dudamos en ir; llegando al café pedimos lo más rápido que pudiera salir.

Una vez que ya habíamos acabado con toda la comida y completamente llenos "con mal de puerco" como suelen llamarle en mi País cuando uno come de más, comenzamos nuestra charla con respecto a la día siguiente, todos estábamos emocionados y al mismo tiempo un poco de temor, se trataba de la magnifica experiencia de bucear en el Mar.

Salimos del café con rumbo al hotel; íbamos a iniciar labores a las 7 de la mañana asi que había que descansar un poco, sabía que no iba a ser fácil dormir mucho para mí, pues como siempre, me gana la emoción y como niño chiquito quiero que sea la hora de estar activo, por lo que, en cuanto el reloj dio las 5:30, me levanté de la cama para salir a caminar al Muelle junto con mi cámara, en lo particular y muchos fotógrafos no me dejarán mentir, ver el amanecer y el atardecer en cada lugar que uno visita, es una experiencia completamente diferente, y como premio casi siempre otorga buenas fotos.

Amanecer en Muelle de Veracruz, Méx.

De regreso en el Hotel, bajamos al restaurant donde ya nos esperaba el staff, (que más que staff son increíbles amigos), nos presentaron al resto de los aventureros, desayunando tuvimos la última charla sobre el buceo antes de dirigirnos a la embarcación que nos llevaría mar adentro. Ya estábamos en mar abierto, cada uno preparó su equipo, el staff mencionó las parejas y el orden de descenso y revisando los detalles de seguridad al máximo, el primer buzo se lanzó al mar.

No lo podía creer, por fin me aventaría al mar de espaldas como lo hacían los buzos desde sus embarcaciones cuando era pequeño, era el momento, las palabras "listo Manuel libre..." y dejé caer mi cuerpo hacia el mar, el agua estaba riquísima, nadamos de dorso al cabo y entonces empezamos a descender; por tratarse de la primera inmersión, nos llevaron a una zona no muy profunda con algunos corales y suficiente fauna, por lo que realmente la primera inmersión era para tomar confianza para las siguientes 3. En el segundo descenso todos estábamos más concentrados y preparados, nos llevaron a una zona más profunda y con corales más altos y grandes conocida como "Las Catedrales", pero quizá con un poco menos de fauna que en la primera, aun así fue increíble, no cabe duda que cada inmersión tiene su lado padre.

MJM

Para el día siguiente nos quedamos de ver más temprano, y de regreso en el mar, nos aventamos para la tercer inmersión, aquí el buceo fue completamente diferente a los del día anterior, desde el descenso me sentí completamente diferente, los corales eran más abundantes o al menos eso me pareció, de repente, una tortuga pasó muy cerca de nosotros y nadando sin miedo alguno entre nosotros, nos dejamos llevar con su nadar, fue increíble, se estaba alimentando como si la vida fuera para gozar, eso era lo que transmitía con su andar, poco a poco comenzamos a ver como la tortuga disfrutaba estar contra la corriente como una experta, pero nosotros neófitos en el asunto, comenzamos a sentir algo diferente a estar en una alberca, estábamos en una corriente, por más que tratábamos de nadar en contra simplemente no se podía, pero como pudimos hicimos nuestra parada de seguridad; al ascender nos percatamos que habíamos salido algo lejos de la embarcación, así que nadamos de regreso a ella, y entendimos el porque se debe tener una buena condición física para este deporte, pero fue increíble. Para terminar con la cereza del pastel, nos llevaron a un área conocida como "El Ahogado" en donde se puedo apreciar grandísimas cantidades de fauna y corales como si se tratara de "Nemo la película"; sin duda, de todas las inmersiones de este viaje, esta había sido la mejor, por fin había descubierto una de las Bellezas más increíbles de Veracruz, al mismo tiempo comprendí lo frágil que puede ser nuestro ecosistema.

Amanecer en Veracruz, México.

Jamas volveré a ver el mar de otra manera...


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Manuel Uribe

Nací en 1986, soy de la Ciudad de México, me encantan los paisajes, la naturaleza, viajar, explorar, la fotografía y ¡La vida!.

Gracias por todo...

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